Lodosa siempre destacó entre los pueblos de su zona como el que más fechas festivas tenía a lo largo del año. Los SanBlases en Febrero, San Gregorio en Mayo, las Patronales pasadas al verano, y las Angustias en Septiembre, jalonaban un calendario adaptado al trabajo en el campo y en una incipiente industria. Aquellos lodosanos y lodosanas trabajaban de sol a sol, pero siempre supieron buscar las fechas para disfrutar.
Desde 1960 en que Jesús abrió «El Romero» en el Paseo sabíamos que había que unir nuestro trabajo a un horizonte con tres referencias:
[quote style=»boxed» float=»right»]ROMERO: Tres generaciones poniendo su granito de arena para promocionar y disfrutar de Lodosa[/quote]
- Dar el salto de aquellas respetables tabernas a los establecimientos que pedían las nuevas generaciones. Escuchar y relacionarse con el cliente para conocer sus inquietudes y mejorar. Par ofrecer un servicio y un producto diferenciado.
- Apostar por la promoción de Lodosa. Nuestro pueblo tenía un entorno maravilloso y unas condiciones ideales para subirse a una ola que nacía en aquella época: los turistas, los visitantes.
- En nuestro establecimiento debía caber todo el mundo sin distinción de edad, clase, raza o ideas. Integrando además a la gente del pueblo con nuestros visitantes.
El Romero en el Paseo
Era una pequeña locura pero no estábamos locos.
Escuela de Hostelería